
Me demoré un poco en escribir el post, la verdad no sabía por dónde comenzar ya que estos primeros días han traído muchas cosas nuevas e interesantes de las cuales probablemente escriba en otro momento. Como primer tema, decidí partir por el inicio, ¡vamos!
¿Dónde estoy? En Sydney, con una visa de estudiante por 1 año, para estudiar inglés. ¿Por qué? Creo que son muchas las razones, pero si debo escoger dos, la primera (y tal vez la más obvia), aprender inglés para seguir estudiando en el futuro. Y segundo, porque desde mi primer viaje en 2012 a Machu Pichu, me di cuenta que me encanta viajar, tomar la mochila y llegar a un lugar desconocido, disfrutar conociendo nuevas personas, comidas, en definitiva, conocer nuevas culturas.
Así que todo lo anterior, me llevo a mi viaje a Sydney este 2019. Viaje por el que, a todo esto, estaba esperando desde hace muchos años, pero que, por terminar mi carrera, estuve aplazando.
En agosto 2018 compre mi pasaje a Sydney, para el 01 de marzo de 2019 (bastante anticipación, y más que el precio, fueron las ansias de comenzar con el viaje), desde Santiago a Sídney con una escala en Melbourne por un par de horas para poder conocer un poco de esa ciudad.

Del vuelo Santiago – Melbourne, nada que decir, todo muy bien. La despedida, fuera de todo pronóstico, fue bastante tranquila, principalmente por lo feliz que estaba con la aventura que se venía. Aquí les dejo mi última foto en Chile!
Por lo menos a mí, me encanta volar -de preferencia en la ventana-, ver las nubes, y en esta ocasión, con toda la esperanza de ¡ver la antártica! (Tips: si viajas y quieres verla, debes elegir asiento a la izquierda, fue un muy buen dato que me dieron al momento de elegir el asiento). Estuvo algo nublado, pero, de todas formas, algo pude ver del continente blanco, les dejo la foto.

Llegué el 02 de marzo a Australia, tal vez con la peor compra de pasaje del mundo, no por el precio, sino por la escala (o conexión). Me fui de Santiago el viernes 01 de marzo a las 12.45, y llegué a Melbourne (Tullmarine Airport) el sábado 02, a las 17.00 aprox. Recorrí por la ciudad, comí mi primer ramen (Aquí la foto, estuvo delicioso), y a las 23.00 estaba de vuelta en el hostal, que a todo esto recomiendo 100%, queda en el centro de la ciudad y muy cercana al terminal central, se llama “Europa Melbourne”.
Mi vuelo a Sydney iniciaba a las 06.00 desde Avalon Airport (como 60 km de la ciudad), por suerte, la empresa de buses Skybus, tiene excelentes recorridos, precios y horarios. La cosa, es que luego de comer mi ramen, me fui al hostal con la intención de dormir un poco (ya que debía levantarme a las 03.00). Y digo intención, porque creo que desperté cada 20 min, primero, por el calor, al parecer, la temperatura no bajo de los 20°, y la humedad casi por el 80%, así que no fue muy agradable la primera noche, y segundo, porque mi celular no actualizo automáticamente el horario, por lo que a cada rato que despertaba, sentía la preocupación de ¿aún no se ha ido el avión? ¿estará bien la hora? Etc…
Me levante sólo, antes que sonara la alarma, y salí caminando al terminal por mi Skybus que me llevaría al Avalon Airport. Dicho vuelo, era operado por Jetstar, que pesaron meticulosamente el equipaje, por lo que tuve que viajar con algo de ropa extra jajaja (vieja técnica del viajero low cost).
Dormí durante la hora completa que dura el vuelo, al llegar a Sydney 7.30, me perdí un poco en la salida, ya que el aeropuerto es ¡enorme!, al fin, logrando salir y recuperar mis maletas, me reuní con mi familia (yuju!!), salimos a recorrer por la ciudad, conocer la city, opera house, market Street, y a beber un par de cervezas a Darling Harbour (fotos del lugar pendientes para otro post!) para pasar el calor. Mi familia estaba empeñada en ayudarme con el jet lag, así que el día duro hasta las 21.00…
En definitiva, sentí que pasé 3 días, en los que casi dormí 7 horas en total, uff agotador! Pero claro, todo eso por mi deseo de pasar unas horas por Melbourne (en que estaba pensando jaja)… En todo caso, fue lo mejor haber aguantado ese primer día, de lo contrario, hubiera estado almorzando a las 4 de la mañana.
De todas formas, es un detalle y experiencia, porque lo maravilloso de la ciudad, tanto en Melbourne como Sydney valen la pena. Ciudad que sin dudas tiene mucho por decir, y de lo que les comentaré en otro post.
Genia! Toda la suerte del mundo Nico! Me considero una patiperra, quizás ahora un poco stand by; por el momento. Todos los sueños que relatan, me trasladaron a algunos años atrás y me hicieron recordar que el inglés nos abre la puertas para ser un ciudadano del mundo y conocer culturas y mucha gente maravillosa!
Que te vaya excelente! Seguiré tu blog! Have good time wherever you are! 🙂
Hola Susana!! Muchas gracias por tus deseos. Y claro, estoy disfrutando de vivir esta experiencia, ya he conocido a gente de muchísimos lugares, es impagable. Así que tal como señalas, el inglés nos abre las puertas a ser ciudadano del mundo. Un abrazo grande y espero que estés muy bien y disfrutes las próximas entradas 😀