
Madrugamos 😴 a las 8.00 salió la Yanela, y unos 30 minutos después la seguimos nosotros.
Las noches en Cochrane fueron muy heladas. Yo no soy muy friolento, pero estás noches use la primera capa para dormir 😅. Por lo mismo, el día que salimos, me acosté con la ropa listo para comenzar a pedalear, la única diferencia, los pies, estuve con mis calcetines mientras desayunábamos y guardamos la carpa, pero para subirme a la bici, llegó el momento de despedirme de ellos, y ponerme las chalas. Luego de 10seg mis dedos estaban rojitos, en los 10 seg siguientes el frío era bastante, después de eso, ya no los sentía 😂 así que podía seguir pedaleando, al fin de cuentas, el sol estaba de a poco alumbrando.
La noche anterior, acordamos que para este día habían dos posibilidades: 1. Llegar hasta el cruce los ñadis, a 45km aprox de distancia, según la programación original, o 2. adelantar hasta el lago Vargas, a 74 km, para que el tramo a Tortel no fuera tan largo.
El tramo 1, no fue especialmente bello (comparado con el resto de la ruta), sin embargo, tiene una importancia especial para nosotros. Junto al Lago Esmeralda (el que sí es muy hermoso), cumplimos con Diego 1.000 km recorridos de la Carretera Austral 🥳😭🚴🎉, de los cuales, hemos pedaleado casi 900 💪.
Luego de la foto de rigor, seguimos pedaleando, éste tramo tenía bastantes subidas, y justamente antes de llegar a los ñadis, tuvimos cerca de 3km de descenso, maravilloso!!! No sólo por ser en bajada, sino por el paisaje que lo enmarca. De fondo, observamos unas montañas nevadas inmensas, mientras que a nuestra izquierda se situaba un pequeño río que desemboca en el río Ñadis.
Al terminar el descenso, nos detenemos un minuto a descansar. Hay un pequeño bosque junto al río, perfecto para acampar! Sin embargo, decidimos continuar. Eran casi las 13.00 hrs y teníamos 30km hasta lago Vargas, así que seguimos.
Sinceramente, llegamos muertos! Se notó el cansancio, no sólo muscular, sino que sicológico, ya que los últimos kms se volvieron interminables.
Sin embargo, dos postales destacan en éste tramo. Primero, los hermosos nevados que vamos dejando atrás. Al parecer, el camino gira en torno a las montañas nevadas, para luego dejarlas atrás y reemplazar el paisaje por nuevas y más distantes montañas. Y segundo, hay muchas zonas de bosque que son atravesadas por la ruta, es bastante lindo, pues se entrelazan los árboles en las alturas, generando sombra en esos tramos, y una sensación de estar atravesando un túnel.
A metros de nuestro destino, comienza el «susto», ya que el camping que aparece en Google maps no existe. Y lo digo entre comillas, porque al final da lo mismo, uno siempre puede poner la carpa en cualquier lugar, si embargo, con el cansancio que veníamos llegando (mi rodilla apenas), deseábamos una ducha caliente.
Una aplicación distinta, y muy recomendada es iOverlander, ella nos informa de otro camping cercano(3km extra de pedaleo 😣), por suerte para nosotros, existe! Se encuentra algo escondido, pero nuestras ganas de encontrarlo fueron más fuertes jajaja… Nos recibió la sra Orfelina, encantadora! Nos mostró orgullosa el camping que está iniciando (camping el risquero). Éste es su primer año, así que nosotros felices de llegar aquí. Nos ofreció pancito amasado 🧡

El día terminó con la ya clásica ducha, almuerzo/cena, y al saco!! Antes de dormir definitivo, me tire con el saco en una hamaca. La persona que inventó las hamacas sin dudas merece un premio! Son un relajo de otro nivel.
Luego de eso, a dormir como bebé.

Saludos! Y recuerda que si deseas conocer más sobre mi viaje por la carretera Austral, puedes revisar AQUÍ, y encontrar el itinerario con todos los post!
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